Los constantes hechos delictivos en ciudades como Medellín pusieron, de nuevo, en boga la discusión sobre si el Sistema Penal Acusatorio es el adecuado para enfrentar una problemática tan compleja. Desde distintos sectores se afirma que el nuevo sistema hizo agua y está desbordado por una criminalidad que le tomó el pulso. Incluso, el alcalde de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo, ha mencionado, en distintos escenarios, que los delincuentes les detectaron las fallas al sistema y se están aprovechando de las mismas para lograr sus fines. El abogado penalista Jaime Granados, uno de los padres de la implantación del Sistema Penal Acusatorio en Colombia, que entró a operar el primero de enero de 2005 de manera gradual en el país, habló con este diario y les salió al paso a las voces críticas que afirman que el problema es del nuevo modelo de justicia. Para Granados, “el mal se busca en las sábanas y no donde está”.
Abogado Granados, desde diferentes frentes se dice que el Sistema Penal Acusatorio hizo agua en el país, ¿cómo ve usted estas afirmaciones?
“Me parece que esas opiniones, aunque muy respetables, por venir de quienes las han expresado, denotan un profundo desconocimiento de lo que significa un sistema de justicia penal conforme a los estándares internacionales de Derechos Humanos y que ha significado una profunda transformación de la justicia penal haciéndola más garantista yal tiempo más eficiente. Quienes prefieren lo que había antes, en el fondo lo que están reconociendo es que querían un sistema de justicia que no fuera coherente con sus estándares de internacionales de Derechos Humanos, que no sea garantista ni respetuoso de las libertades individuales y que, so pretexto de una eficiencia que no existió, buscan, de alguna manera, justificar su propia ineficiencia en las tareas en donde muchas veces ellos tienen responsabilidad pública. Me refiero a algunos sectores de la Policía y algunos alcaldes de ciudades como Bogotá y Medellín, que han tenido problemas de seguridad y que pretenden buscar el mal en las sábanas y no donde está”.
Otro de los señalamientos que se hacen es que es un sistema elitista y discriminatorio.
¿Qué opina?
“Todo lo contrario. Este es un sistema que si algo ha logrado es generar oportunidades para que las personas que antes carecían de defensa real la tengan. El viejo sistema, no es ningún secreto, que se edificaba sobre la base de personas ausentes. Hay que decir que en el antiguo sistema penal inquisitivo en Colombia pretendía lograr eficiencia sobre la base de condenas formales. Es decir, personas que nunca comparecían y eran condenadas en ausencia, como pasó con ‘Tirofijo’. ¿Cuántas condenas no tuvo Tirofijo y cuántas condenas no tiene ‘el Mono Jojoy’? Y de qué nos sirven esas condenas. Son un saludo a la bandera. El nuevo sistema se funda en condenas reales de personas de carne y hueso que están capturadas, o sometidas a la justicia, que deben pagar una pena en ocasiones muy elevada. En Colombia ha habido casos de condenas reales y efectivas hasta de 50 años de prisión”.
El alcalde Alonso Salazar afirmó en entrevista con el diario El Tiempo que este nuevo sistema penal “es tan garantista que terminó siendo una garantía para los delincuentes que detectaron todas las fisuras”. ¿Qué opina?
“En el caso del Señor Alcalde de Medellín pareciera que esta hablando de manera autobiográfica. Hasta donde tengo entendido él fue investigado dentro del esquema del Sistema Penal Acusatorio por una supuesta carta de alias “Berna” y fue dentro del marco del nuevo sistema que él pudo defenderse sin estar preso, que él pudo establecer su inocencia y gracias a la eficiencia del Sistema Penal Acusatorio fue que se determinó que el caso era inhibitorio y fue archivado sin tener que ir a la cárcel. Luego, si él critica el sistema de justicia porque, supuestamente, favorece a delincuentes, me parece una verdadera paradoja y un contrasentido frente a lo que ha sido su propia experiencia personal. Todo lo contrario, lo que ha demostrado el sistema es que es tan garantista que permite que las personas inocentes no sean injustamente privadas de la libertad para luego investigar. Permite que personas eficientes como alcaldes no sean privadas del ejercicio de su mandato por persecuciones dadas ante la justicia penal y que no se generen esos traumatismos. Cosa diferente es que no se pueda mejorar la eficiencia del sistema. Eso se mira desde otra perspectiva. Por ejemplo: en el sistema anterior los procesos penales duraban siete u ocho años. En el sistema nuevo duran, incluida casación, no más de dos años, por regla general. En el sistema anterior las personas iban a la cárcel y luego terminaban siendo soltadas, como regla general. En el nuevo solo el 5 por ciento van a la cárcel y el 95 por ciento no, mientras se les procesa, porque hay un derecho de presunción de inocencia y a que no se les lleve injustificadamente a la cárcel”.
¿Se equivocan los jueces o estamos bajo el sistema errado?
“El Alcalde mencionaba que cómo era posible que unos delincuentes hubiesen cometido un delito y luego se escondieran en una casa, a la que entraron de manera violenta, y allá fueron capturados en flagrancia y que un juez los había soltado diciendo que no había una orden de allanamiento. Pues si eso ocurrió como dice el Alcalde, y yo le creo si él dice que así ocurrió, no tengo razones para pensar que él está mintiendo, pues el error no fue del sistema. La ley no se equivocó. Se equivocó un juez que no entendió que, conforme al artículo 231 de la Ley 906, solamente pueden alegar violaciones a las órdenes de allanamiento, quienes tengan una expectativa razonable de intimidad. Y no la tiene quien no es ocupante de esa casa a título de propietario, poseedor o mero tenedor. Aquí claramente, esas personas entraron violentamente, a despojo, a una casa sobre la cual no tenían ningún derecho para estar ahí y por lo tanto la Policía no necesitaba ninguna orden de allanamiento porque así, expresamente, lo dice la propia legislación. Se equivocó un juez. Si el juez se equivoca seguramente es por falta de capacitación. Si me van a decir que en el caso concreto de Medellín el problema es que los jueces tienen miedo, por tanto los delincuentes salen libres, no porque los jueces no sepan lo que hacen, sino porque no tienen el valor para enfrentarlo, mi experiencia personal, por lo que he visto en la ciudad, es que en Medellín hay jueces muy valientes. Jueces que acostumbran a arriesgar su vida tomando decisiones justas. Me parecería terriblemente demeritorio, de lo que es el sacrificio de esos jueces, hacer ese tipo de generalizaciones. Hacer esa generalización, que no respeta el trabajo y el sacrificio de los jueces, de los investigadores y de los policías me parece que es una forma facilista de quien, posiblemente, se le salió el tema de las manos y tal vez haya que buscar no el muerto río arriba, sino en otro lugar”.
¿El Sistema Penal Acusatorio es el responsable de que los criminales anden sueltos por el país?
“Eso no es cierto. Una de las cosas que hizo el nuevo sistema fue elevar las penas conforme a la Ley 890. El mínimo se incrementó en una tercera parte y el máximo se incrementó en la mitad. Le pongo un ejemplo, si tenemos un delito que tiene una pena como el homicidio, por decir algo, de 30 años de prisión, conforme a la Ley 890 se incrementó en 10 años el mínimo, es decir pasó a ser 40años, y el máximo a la mitad, es decir 60 años. Lo que ocurre es que antes ni siquiera se investigaba. Ahora hemos avanzado al extremo de que es tan contundente la acción de la Fuerza Pública que se logra procesar en tiempo récord. En Colombia ha habido casos que en 35 días hay una sentencia de un crimen condenatoria. Eso ya está pasando gracias al nuevo sistema. Le pongo un ejemplo. Quién es uno de los mayores defensores del nuevo sistema: el general Óscar Naranjo, que es el director de la Policía Nacional, que fue el director de la Dijín cuando se implementó el sistema. Me pregunto, ¿si la persona encargada, como nadie, del combate a la delincuencia hace la defensa que hace del sistema, es porque eso no funciona? Ahora, es diferente decir que hay temas puntuales que mejorar y que es posible que haya que aumentar penas de algunos delitos de porte de armas o que sea necesario establecer algunas restricciones a algunos subrogados para lograr que algunas personas por delitos menores, asociados con crimen organizado, paguen más tiempo en la cárcel. Eso no significa que el sistema esté fallando por defectos normativos estructurales”.
Entonces, ¿cuál es el balance de estos primeros años de la entrada en funcionamiento del Sistema Penal Acusatorio?
“Creo que el hecho que más muestra hasta dónde ha llegado el nuevo sistema es que hoy en día el debate que se hace es sobre cómo lograr a mejorar lo que hoy existe, porque somos conscientes de que siempre es posible mejorar, y salvo voces como las de el Alcalde de Medellín, que a mi juicio son voces desesperadas, la mayor parte de los que conocen de la materia reconocen que ha habido un cambio sustancial. El general Naranjo, que yo creo que es la persona más autorizada en Colombia para hablar de la realidad criminal, ha mencionado que el Sistema Penal Acusatorio significó un giro ‘coperniquiano’ para referirse que fue un giro dramático estructural de la concepción de lo que es la represión penal. De lo que se trata es lograr de darle mayores alas, energía y contundencia a lo
que ya es bastante bueno. Hay vecinos que vienen a Colombia que vienen a aprender de esa experiencia. La forma como se ha transformado la justicia penal es modelo para toda América Latina e incluso Europa”.
www.elcolombiano.com Edición del domingo 12 de septiembre de 2010.
Abogado Granados, desde diferentes frentes se dice que el Sistema Penal Acusatorio hizo agua en el país, ¿cómo ve usted estas afirmaciones?
“Me parece que esas opiniones, aunque muy respetables, por venir de quienes las han expresado, denotan un profundo desconocimiento de lo que significa un sistema de justicia penal conforme a los estándares internacionales de Derechos Humanos y que ha significado una profunda transformación de la justicia penal haciéndola más garantista yal tiempo más eficiente. Quienes prefieren lo que había antes, en el fondo lo que están reconociendo es que querían un sistema de justicia que no fuera coherente con sus estándares de internacionales de Derechos Humanos, que no sea garantista ni respetuoso de las libertades individuales y que, so pretexto de una eficiencia que no existió, buscan, de alguna manera, justificar su propia ineficiencia en las tareas en donde muchas veces ellos tienen responsabilidad pública. Me refiero a algunos sectores de la Policía y algunos alcaldes de ciudades como Bogotá y Medellín, que han tenido problemas de seguridad y que pretenden buscar el mal en las sábanas y no donde está”.
Otro de los señalamientos que se hacen es que es un sistema elitista y discriminatorio.
¿Qué opina?
“Todo lo contrario. Este es un sistema que si algo ha logrado es generar oportunidades para que las personas que antes carecían de defensa real la tengan. El viejo sistema, no es ningún secreto, que se edificaba sobre la base de personas ausentes. Hay que decir que en el antiguo sistema penal inquisitivo en Colombia pretendía lograr eficiencia sobre la base de condenas formales. Es decir, personas que nunca comparecían y eran condenadas en ausencia, como pasó con ‘Tirofijo’. ¿Cuántas condenas no tuvo Tirofijo y cuántas condenas no tiene ‘el Mono Jojoy’? Y de qué nos sirven esas condenas. Son un saludo a la bandera. El nuevo sistema se funda en condenas reales de personas de carne y hueso que están capturadas, o sometidas a la justicia, que deben pagar una pena en ocasiones muy elevada. En Colombia ha habido casos de condenas reales y efectivas hasta de 50 años de prisión”.
El alcalde Alonso Salazar afirmó en entrevista con el diario El Tiempo que este nuevo sistema penal “es tan garantista que terminó siendo una garantía para los delincuentes que detectaron todas las fisuras”. ¿Qué opina?
“En el caso del Señor Alcalde de Medellín pareciera que esta hablando de manera autobiográfica. Hasta donde tengo entendido él fue investigado dentro del esquema del Sistema Penal Acusatorio por una supuesta carta de alias “Berna” y fue dentro del marco del nuevo sistema que él pudo defenderse sin estar preso, que él pudo establecer su inocencia y gracias a la eficiencia del Sistema Penal Acusatorio fue que se determinó que el caso era inhibitorio y fue archivado sin tener que ir a la cárcel. Luego, si él critica el sistema de justicia porque, supuestamente, favorece a delincuentes, me parece una verdadera paradoja y un contrasentido frente a lo que ha sido su propia experiencia personal. Todo lo contrario, lo que ha demostrado el sistema es que es tan garantista que permite que las personas inocentes no sean injustamente privadas de la libertad para luego investigar. Permite que personas eficientes como alcaldes no sean privadas del ejercicio de su mandato por persecuciones dadas ante la justicia penal y que no se generen esos traumatismos. Cosa diferente es que no se pueda mejorar la eficiencia del sistema. Eso se mira desde otra perspectiva. Por ejemplo: en el sistema anterior los procesos penales duraban siete u ocho años. En el sistema nuevo duran, incluida casación, no más de dos años, por regla general. En el sistema anterior las personas iban a la cárcel y luego terminaban siendo soltadas, como regla general. En el nuevo solo el 5 por ciento van a la cárcel y el 95 por ciento no, mientras se les procesa, porque hay un derecho de presunción de inocencia y a que no se les lleve injustificadamente a la cárcel”.
¿Se equivocan los jueces o estamos bajo el sistema errado?
“El Alcalde mencionaba que cómo era posible que unos delincuentes hubiesen cometido un delito y luego se escondieran en una casa, a la que entraron de manera violenta, y allá fueron capturados en flagrancia y que un juez los había soltado diciendo que no había una orden de allanamiento. Pues si eso ocurrió como dice el Alcalde, y yo le creo si él dice que así ocurrió, no tengo razones para pensar que él está mintiendo, pues el error no fue del sistema. La ley no se equivocó. Se equivocó un juez que no entendió que, conforme al artículo 231 de la Ley 906, solamente pueden alegar violaciones a las órdenes de allanamiento, quienes tengan una expectativa razonable de intimidad. Y no la tiene quien no es ocupante de esa casa a título de propietario, poseedor o mero tenedor. Aquí claramente, esas personas entraron violentamente, a despojo, a una casa sobre la cual no tenían ningún derecho para estar ahí y por lo tanto la Policía no necesitaba ninguna orden de allanamiento porque así, expresamente, lo dice la propia legislación. Se equivocó un juez. Si el juez se equivoca seguramente es por falta de capacitación. Si me van a decir que en el caso concreto de Medellín el problema es que los jueces tienen miedo, por tanto los delincuentes salen libres, no porque los jueces no sepan lo que hacen, sino porque no tienen el valor para enfrentarlo, mi experiencia personal, por lo que he visto en la ciudad, es que en Medellín hay jueces muy valientes. Jueces que acostumbran a arriesgar su vida tomando decisiones justas. Me parecería terriblemente demeritorio, de lo que es el sacrificio de esos jueces, hacer ese tipo de generalizaciones. Hacer esa generalización, que no respeta el trabajo y el sacrificio de los jueces, de los investigadores y de los policías me parece que es una forma facilista de quien, posiblemente, se le salió el tema de las manos y tal vez haya que buscar no el muerto río arriba, sino en otro lugar”.
¿El Sistema Penal Acusatorio es el responsable de que los criminales anden sueltos por el país?
“Eso no es cierto. Una de las cosas que hizo el nuevo sistema fue elevar las penas conforme a la Ley 890. El mínimo se incrementó en una tercera parte y el máximo se incrementó en la mitad. Le pongo un ejemplo, si tenemos un delito que tiene una pena como el homicidio, por decir algo, de 30 años de prisión, conforme a la Ley 890 se incrementó en 10 años el mínimo, es decir pasó a ser 40años, y el máximo a la mitad, es decir 60 años. Lo que ocurre es que antes ni siquiera se investigaba. Ahora hemos avanzado al extremo de que es tan contundente la acción de la Fuerza Pública que se logra procesar en tiempo récord. En Colombia ha habido casos que en 35 días hay una sentencia de un crimen condenatoria. Eso ya está pasando gracias al nuevo sistema. Le pongo un ejemplo. Quién es uno de los mayores defensores del nuevo sistema: el general Óscar Naranjo, que es el director de la Policía Nacional, que fue el director de la Dijín cuando se implementó el sistema. Me pregunto, ¿si la persona encargada, como nadie, del combate a la delincuencia hace la defensa que hace del sistema, es porque eso no funciona? Ahora, es diferente decir que hay temas puntuales que mejorar y que es posible que haya que aumentar penas de algunos delitos de porte de armas o que sea necesario establecer algunas restricciones a algunos subrogados para lograr que algunas personas por delitos menores, asociados con crimen organizado, paguen más tiempo en la cárcel. Eso no significa que el sistema esté fallando por defectos normativos estructurales”.
Entonces, ¿cuál es el balance de estos primeros años de la entrada en funcionamiento del Sistema Penal Acusatorio?
“Creo que el hecho que más muestra hasta dónde ha llegado el nuevo sistema es que hoy en día el debate que se hace es sobre cómo lograr a mejorar lo que hoy existe, porque somos conscientes de que siempre es posible mejorar, y salvo voces como las de el Alcalde de Medellín, que a mi juicio son voces desesperadas, la mayor parte de los que conocen de la materia reconocen que ha habido un cambio sustancial. El general Naranjo, que yo creo que es la persona más autorizada en Colombia para hablar de la realidad criminal, ha mencionado que el Sistema Penal Acusatorio significó un giro ‘coperniquiano’ para referirse que fue un giro dramático estructural de la concepción de lo que es la represión penal. De lo que se trata es lograr de darle mayores alas, energía y contundencia a lo
que ya es bastante bueno. Hay vecinos que vienen a Colombia que vienen a aprender de esa experiencia. La forma como se ha transformado la justicia penal es modelo para toda América Latina e incluso Europa”.
www.elcolombiano.com Edición del domingo 12 de septiembre de 2010.